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La
trompeta es el más antiguo de los instrumentos de viento-metal, ya que pueden
encontrarse antecedentes de este instrumento, como la denominada trompeta recta,
en civilizaciones tan antiguas como la egipcia. Ya desde la Edad Media la
trompeta era un instrumento militar habitual, idóneo para las ceremonias y
actos al aire libre, pues su potencia sonora hacía que fuese audible a gran
distancia.
Antiguamente
había varios tipos de trompetas con diferentes tamaños y por tanto también con
diferentes registros, que ya se empleaban tanto en las iglesias como en las
primeras óperas. Aunque alguna de las trompetas antiguas aún se emplea, la
trompeta moderna más empleada es la afinada en si bemol o en do, ya con su
sistema de válvulas incorporado, y formada por un tubo enrollado. En algunas
ocasiones los compositores han hecho indicación de utilizar alguno de los
modelos más pequeños de trompeta, los cuales resultan más idóneos para los
sonidos excesivamente agudos.
La
trompeta posee gran agilidad gracias al mecanismo de válvulas, y su potencia
sonora y su brillantez lo convierten en un instrumento inconfundible, teniendo
un registro medio-agudo de algo más de dos octavas y media. La forma de tocar
este instrumento es sosteniéndola con la mano izquierda metida entre el tubo,
mientras que con la derecha se pulsan las tres válvulas.
La
trompeta ha tenido un uso tradicional muy característico en las primeras
orquestas sinfónicas, donde normalmente se empleaba en combinación con los
timbales. Así, con ambos instrumentos, las piezas musicales adquirían un
carácter de especial brillantez y pomposidad para aquellos momentos en los que
resultaba adecuado. Además, en estos dos instrumentos (uno de viento-metal y
otro de percusión), el número de notas a poder interpretar era muy limitado,
normalmente el de las notas o acordes principales de la tonalidad.
Con la
incorporación de las válvulas en el siglo XIX la trompeta descubrió una serie
de posibilidades desconocidas en épocas anteriores, por lo que su papel en las
orquestas fue siendo cada vez de mayor protagonismo, propiciado en buena medida
por la potencia de su sonido. Además de en la orquesta sinfónica, la trompeta
es también un instrumento que no puede faltar en la bandas de música, junto a
un número abundante de instrumentos de viento-metal.
En la
música de cámara, exceptuando formaciones de música del siglo XX, que pueden
ser de lo más variado, lo normal es que la trompeta se emplee tan sólo en
formaciones musicales junto a otros instrumentos de viento-metal. También en la
música de jazz la trompeta es uno de los instrumentos clásicos.